Internacionales
Por pedido de Estados Unidos, "Mi Sangre" espió a Chávez y a Santos
Miercoles 08/02/2017 | 16:38 hs. | En 2009 infiltró la primera campaña del actual presidente colombiano para conocer sus planes anti- terroristas y antinarcos. Luego investigó vínculos entre el Gobierno venezolano y la mafia rusa.
En noviembre de 2008 el colombiano Henry de Jesús López Londoño acordó con un emisario del gobierno estadounidense infiltrarse en organizaciones narco y grupos de ex paramilitares colombianos que lavaban dinero proveniente del tráfico de drogas y otras actividades ilícitas, a través de una red de empresas con contactos en los Estados Unidos.
Lo hizo con la colaboración logística de la Homeland Security International (HSI-ICE), una de las agencias del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos que se dedica a la investigación de las personas, el dinero y los materiales que prestan apoyo al terrorismo y otras actividades criminales. Durante los primeros meses efectuó tareas de inteligencia menores, reportando sobre las actividades de las bandas criminales en Antioquia.
Pero su primer gran trabajo llegaría a mediados de 2009. Le encomendaron infiltrar la campaña presidencial de quien había sido ministro de Defensa de Álvaro Uribe y aspiraba a sucederlo: Juan Manuel Santos.
El interés particular de Washington era conocer con la suficiente antelación cuáles iban a ser los planes del por entonces postulante a presidente respecto a temas de altísima sensibilidad para las relaciones bilaterales y la región como narcotráfico, FARC y desmovilizados.
Lo hizo con la colaboración logística de la Homeland Security International (HSI-ICE), una de las agencias del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos que se dedica a la investigación de las personas, el dinero y los materiales que prestan apoyo al terrorismo y otras actividades criminales. Durante los primeros meses efectuó tareas de inteligencia menores, reportando sobre las actividades de las bandas criminales en Antioquia.
Pero su primer gran trabajo llegaría a mediados de 2009. Le encomendaron infiltrar la campaña presidencial de quien había sido ministro de Defensa de Álvaro Uribe y aspiraba a sucederlo: Juan Manuel Santos.
El interés particular de Washington era conocer con la suficiente antelación cuáles iban a ser los planes del por entonces postulante a presidente respecto a temas de altísima sensibilidad para las relaciones bilaterales y la región como narcotráfico, FARC y desmovilizados.
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